La misión del Grupo Calvo, como compañía global de alimentación especializada en conservas de pescado, es ofrecer productos de calidad, saludables y nutritivos, que satisfagan las necesidades de los consumidores. La compañía cree que puede cumplir con su misión y crear valor para el negocio, la sociedad y el medioambiente a través de una gestión responsable que mejore su eficiencia al tiempo que se minimizan los impactos asociados a su actividad. Esta visión se materializa en su estrategia de sostenibilidad “Compromiso Responsable”, que establece 17 ambiciosos objetivos a cumplir antes de 2025 en tres áreas: océanos, medioambiente y personas, y define la hoja de ruta a seguir para gestionar el negocio de forma sostenible. La gestión eficiente de los residuos es una parte fundamental de este compromiso y del impulso de una economía circular, lo que se manifiesta desde hace casi 20 años en acciones destinadas al tratamiento de los residuos asociados con la actividad de sus fábricas en España, El Salvador y Brasil, bien a través de la instalación de plantas propias para la fabricación de harinas y aceites como subproductos de los residuos de pescado, o mediante la colaboración con gestores externos acreditados para todo tipo de residuos.
En 2017 se produjo el lanzamiento del proyecto Calvo Residuo Cero, con el doble objetivo de valorizar la totalidad de los residuos no peligrosos en las plantas de producción, y lograr una mayor y mejor segregación de residuos en fábricas y oficinas, eliminando los plásticos de un solo uso y evitando el envío de residuos a vertedero. Se trata de un proyecto de alcance global en marcha en todos los centros de la compañía, con indicadores de valorización de residuos no peligrosos en torno al 90%. Sus indicadores son monitorizados regularmente y verificados anualmente por un tercero independiente, y el progreso del proyecto se hace público en el informe anual (EINF) y en la web corporativa grupocalvo.com.
Grupo Calvo desarrolla el proyecto en distintas vías de trabajo: 1. Caracterización y segregación de residuos. 2. Gestión de fábricas propias de tratamiento de residuos orgánicos (pescado). 3. Inversión en tecnología para la compactación de residuos y optimización de procesos. 4. Formación y sensibilización a los colaboradores en gestión de residuos. 5. Colaboración con gestores externos acreditados.
Grupo Calvo dispone de centros propios para el tratamiento y valorización de los residuos orgánicos resultantes de la producción de atún y sardinas en conserva, tanto en El Salvador (desde 2003, con una capacidad productiva anual de 5.000 toneladas) como en Brasil (desde 2016, con una capacidad de 10.000 toneladas). En España, la totalidad de los residuos orgánicos de pescado de la fábrica de Carballo se envía a un gestor externo acreditado especializado en el tratamiento de este tipo de residuos. El resultado es la reducción del impacto negativo de la actividad, al reutilizarse los residuos sólidos generados como subproductos: harinas de pescado, grasas y proteínas animales utilizadas en nutrición animal, en acuicultura, como fertilizantes, o en la industria química o la cosmética.
El proyecto Residuo Cero comenzó en 2017 en la fábrica de Carballo y se amplió en 2018 a las oficinas del Grupo en España, incorporando el reciclaje de papel y cartón, envases, equipos informáticos, etc.; y sustituyendo las botellas de plástico de un solo uso por reutilizables, consiguiendo con ello la eliminación del consumo de 13.000 botellas anuales. En 2019, en la planta de El Salvador se sustituyeron los cubiertos y recipientes de plástico por otros reutilizables. En España, se sustituyeron en 2020 los vasos de plástico por vasos de papel y cartón. En Brasil se lanzó en 2020 un programa de logística inversa para incrementar el porcentaje de recuperación y reciclaje de envases comercializados a través de cooperativas afiliadas, proceso que en España se lleva a cabo con Ecoembes.