En Mango tenemos el compromiso de seguir trabajando para ser una empresa cada vez más sostenible. Es por ello que estamos dando grandes pasos en proyectos muy ambiciosos que nos van a permitir minimizar nuestro impacto y alcanzar los exigentes objetivos que marca la agenda mundial en el desarrollo sostenible para las próximas décadas. Por este motivo, consideramos que es necesario hacer una gestión responsable de uno de nuestros principales impactos: el residuo textil. Queremos hacerlo principalmente impulsando criterios de circularidad en nuestras colecciones, desde el diseño hasta el final del ciclo de vida de nuestros productos. Estamos convencidos de que la circularidad no es un fin sino la palanca que nos da la posibilidad de impactar de forma positiva en el planeta. Así pues, alineados con nuestro compromiso, en la temporada Otoño Invierno de 2019 tuvimos que retirar de la venta 52.000 camisetas, color blanco y negro 100% algodón, ya que por un error en el diseño no se podía destinar a la venta. Se barajaron diferentes posibilidades, entre ellas la destrucción de todas las unidades. Pero finalmente, considerando que cumplían con nuestro estándares de calidad, con el Código de Conducta de Mango en los centros de producción, con las exigencias legales en cuanto a presencia de químicos, etc., decidimos revertir el error dándole una nueva oportunidad a las camisetas producidas, no convirtiéndolas en residuo sino creando un nuevo producto. Para ello, necesitábamos la ayuda de un partner estratégico que nos ayudara con la parte más técnica del tejido y alguien con experiencia en el sector.
Tras indagar en el tema, nos pusimos en contacto con Recovertex, que se encargarían de triturarlas para obtener nuevo hilo reciclado, entrando así a formar parte del proyecto. Se decidió realizar nuevas camisetas 100% recicladas, mezclando el algodón reciclado con poliéster obtenido de botellas, en dos colores: natural y aluminio. Se produjeron más de 40.800 camisetas: Woman (31.000 unidades), Man (6.280 unidades) y Kids (3.600 unidades). Adicionalmente, cabe destacar, que el proyecto tuvo un alcance interno muy amplio ya que varias áreas dentro de la compañía estuvieron implicadas desde el inicio, además de los departamentos impulsores que lo lideraron: Global Buying Operations y Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Se unieron al desarrollo del proyecto los equipos de Diseño, CMT, diferentes líneas de Compras (Woman, Man y Kids), el equipo de Comunicación, los equipos de E-commerce, etc. Se quiso hacer extensivo a nuestro cliente final el propósito que tenemos dentro de la compañía diseñándolas con mensajes alineados con la circularidad: “Second chance, a new opportunity” “Reduce, reuse & recycle” Pero además de convertir un potencial residuo en un nuevo producto, de utilizar fibras recicladas, el trabajo en equipo con otras áreas y con agentes externos, se planteó de forma que las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo del proceso fueran las mínimas con el objetivo de reducir nuestra huella de carbono. Se optaron por procesos en cercanía: desde nuestros almacenes logísticos en Lliçà d’Amunt (Barcelona) a Recovertex en Valencia, hilo tejido en Mataró (Barcelona) y confección final en Marruecos y Portugal. Finalmente, para el empaquetado de estas prendas se optó por el nuevo packaging sostenible que sustituye las polybags de plástico por bolsas de papel. Se trata de papel tisú, un material hecho de pulpa natural de fuentes renovables. Este papel procede de bosques gestionados de manera sostenible, donde las prácticas que se siguen para talar los árboles están certificadas conforme a los requisitos de los estándares internacionales FSC® (Forest Stewardship Council®). De esta manera, se contribuye además a una economía circular, ya que los productos de papel se pueden reciclar una media de entre 4-6 veces y ofrece menos dudas al consumidor final a la hora de desecharlo.