El proyecto de referencia consiste en utilizar el biogás producido en el vertedero Elena (Cerdanyola del Vallés- Barcelona) para su inyección como biometano a la red de distribución de gas natural próxima. El biometano, como gas renovable, es un combustible neutro en emisiones de CO2 que se genera a través de los procesos de degradación de la materia orgánica. De esta forma, residuos urbanos, agrícolas, ganaderos o forestales, aguas residuales, etc., una vez son tratados, se transforman en un gas verde, una energía totalmente intercambiable por el gas natural, por lo que puede distribuirse a través de los más de 87.000 kilómetros de la infraestructura gasista que existe en España y emplearse con las mismas aplicaciones energéticas en hogares, industrias, comercios, así como para ser combustible en el sector transporte. Todo ello sin necesidad de realizar inversiones (ni públicas, ni privadas) para transformar infraestructuras de redes ni tampoco equipamientos de consumo de los usuarios