El compromiso de la Empresa Malagueña de Transportes, S.A.M. (en adelante EMT) con la Gestión Ambiental se remonta al año 2001, cuando la organización implantó y certificó un Sistema de Gestión Ambiental, según la norma ISO 14001. Posteriormente, en el año 2003 la EMT, al objeto de reforzar su compromiso con la mejora continua en materia ambiental, se certificó en EMAS, según el Reglamento Comunitario de Ecogestión y Ecoauditoría (herramienta desarrollada por la Unión Europea que reconoce a aquellas organizaciones que han implantado un Sistema de Gestión Medioambiental y han adquirido un compromiso de mejora continua, verificado mediante auditorías independientes). En 2010, la EMT se propuso ahorrar y mejorar la eficiencia de los recursos hídricos derivados del proceso de lavado diario de su flota y reducir el vertido de aguas residuales. Para ello, se impulsó un proyecto consistente en instalar en las lavadoras de vehículos unas plantas depuradoras y recicladoras que permitiesen que el agua utilizada en los lavados de vehículos fuese agua reutilizada, a la cual se destinan los vertidos de agua procedentes del lavado de vehículos. Es por ello, por lo que desde el año 2010 EMT cuenta con una planta depuradora propia a la cual se destinan los vertidos procedentes de lavado de vehículos. Esta recicladora se trata de un equipo destinado al tratamiento del agua procedente del lavado de carrocerías de los vehículos para su reutilización, basado en un sistema de renovación continua, con una capacidad de suministro de agua reciclada desde 2.500 litros/hora (1 botella), hasta 10.000 litros/hora (4 botellas).
Esta agua es tratada en la planta depuradora, siguiendo varios procesos:
a) Se depositan las partículas pesadas en forma de lodos en los fosos areneros y depósitos mediante sistema de decantación, lo que permiten separar éstos para su posterior tratamiento a través de un gestor homologado.
b) El separador de hidrocarburos retiene los aceites y los hidrocarburos ligeros mediante efecto coalescente lamelar caracterizado por una gran capacidad de retención, este dispone de un sistema de obturación automática para evitar el vertido accidental de hidrocarburos en caso del rebose del nivel de acumulación de los mismos evitando así su salida del decantador, una vez lleno el decantador, son retirados por gestores homologados para su eliminación.
c) Tratamiento del agua. El agua procedente del separador de hidrocarburos pasa a unas botellas recicladoras compuestas de material filtrante que eliminan detergentes, ceras y restos de suciedad procedente del lavado de vehículos, lugar donde es tratada y lista para ser utilizada en el siguiente lavado, disminuyendo así el consumo de agua potable procedente de la red general.
d) El agua reutilizada dispone de una dosificación automática de cloro y acido en función de la medición continua de los parámetros de pH y Cloro para evitar la generación de Legionela.
Asimismo, cabe destacar que la instalación es un circuito cerrado, por lo que no existe vertido de aguas residuales a la red de saneamiento general es, lo que se denomina, de VERTIDO CERO.